miércoles, 29 de julio de 2015

Espadas contra la crisis!

Opaí. Hoy os escribo para hablaros de mi curro. Hacía tiempo que no me pasaba por este sitio, y me jode horrores. Me jode horrores porque, escribir aquí es lo más Sergio que hago hoy en día. No es que ahí fuera yo no sea yo, y aquí yo sí yo, pero escribir aquí es de esas cosas que me hacen sentir orgulloso, me divierten y les veo futuro, las tres cosas juntas, increíble. No sólo una de ellas, y dependiendo del grado de ebriedad. No, es un hat-trick de satisfacción y realización personal. Es como si comer bocadillos de lomo y bacon con queso adelgazase y el bacon fuese una especie de hongo, y no tuviera que morir en masa para ser barato en el Super. 

Bueno, movidas. En dos semanas haré tres meses en mi empleo actual, el más serio y normal que he tenido hasta ahora. Con sus ocho horas de oficina que son nueve, sus señoras de administración que interrumpen una reunión con P&G porque el cif de una factura está mal, sus bajas por esto y aquello, sus "te lo miro", sus momentos de partirse la caja y de partirse la cara y sus señores hablando de fubol.

Camions from Hell

El caso es que el puesto en sí tiene su ciencia. No hay que ser ingeniero nuclear, pero ostia. No estoy precisamente sentado rellenando bases de datos o sellando albaranes. Mi trabajo es lo más parecido a ser controlador aéreo, pero con camioneros rusos, enfadados y sensibles por la soledad. Repartidos por toda europa, y trabajando para clientes implacables que se piensan que tú tienes que ejecutar a los becarios si hace falta para entregar en hora, o que los camiones tienen motor de masa, o que se puede conducir 20 horas seguidas. "¿Tenéis un camión mañana por Vartinoja?" Buscad Vartinoja en el mapa. Yo lo hice y me cagué en dios. "¿Y puede traer un pulpo hidráulico de 20 toneledas para Avilés para pasado mañana?" 

Estimados señores:

En relación al email anterior, yo me cago en su putísima madre. 

Pongo en copia al departamento de RRHH para mayor fluidez en la gestión.

Reciban un cordial saludo

Sergio Martinez
Operador de tráfico, dpto. internacional.

No me estoy quejando. No por dios. Estoy muy orgulloso de mí y de lo que he conseguido. Y estoy agradecido. España no es precisamente Dinamarca en esto del empleo, y Ferrol no es precisamente la city de London, Ferrol lleva en crisis no sé, 35 años... Pero yo lo conseguí. Y mi chica también. Ole. Mi chica es ahora una orgullosa aspirante a marinero.

Tengo 28 años y llevaba desde 2010 buscando trabajo como un cabrón. Pero como un loco. De hecho el chico de recursos humanos me dijo "¿Te apuntaste a la oferta a las tres de la mañana?" Y yo le contesté "Sí, porque tú la subiste a las tres menos cinco". Y mi currículum no es precisamente brillante, aunque si extenso e interesante. La crisis me sacudió de lleno, y he tomado malas decisiones y soy un barandas. Jugué mal mis naipes y no tenía una mala mano precisamente. Dejar de culpar a la crisis y al país y al sistema, fue de las cosas más duras que tuve que asumir. Pero le eché huevos, fui honesto como un bofetón, y me contrataron. Fui así, porque tras cinco años de que te digan que no eres válido para doblar camisetas ni para freír hamburguesas, vas a las entrevistas de trabajo sin espada ni antorcha. Te la sopla. Y sigo así. Si mañana me dicen que me marche, me marcharé, y escribiré una entrada sobre como introducir a los Wu Tang Clan como PNJs en tu campaña de rol.


Mes tras mes, durante esos cinco largos años, jugábamos tardes enteras a la puta mierda del munchkin para matar el rato... yo y mi novia y otro puñado de parados de larga duración que son mis amigos. Estuve a punto de matar a mi novia de ansiedad con ese tratamiento de ganchitos, discusiones banales sobre la calidad de ciertos subproductos pop, y juegos de esos que se explican en media hora, la partida dura cuatro horas, el de la tienda de cómics se compra un Audi y tu te preguntas "¿Porqué cojones no hemos jugado a rol? ¿O no nos hemos ido a tomar unas chelas?"

Cada semana la discusión era la misma... Lo más bonito y más grande que había construído, mi relación con esa chica... temblaba entre visitas al Ikea para suspirar sobre como amueblaríamos el pequeño piso que jamás podríamos pagar. 

¿Cómo no agarré una depresión? ¿Cómo no me volví loco? A mi esto me pasa desde pequeño. Estoy más pallá que pacá, de verdad. Me tienen que explicar las cosas, pero veinte veces. Así me ha ido, con broncas periódicas en este trabajo, por explicarme cosas que ya me habían explicado, que intentan hacerse hueco entre las varias novelas que tengo por escribir y los mogollones de ideas que no irán a ninguna parte.

Porque soy un hombre renacentista, pero regulero. O sea hago de todo, pero tengo todas las skills al 35%. No soy bueno de verdad en nada en esta vida. Estoy en forma pero no soy un atleta, dibujo bien, me defiendo tocando el bajo, canto sin desafinar, soy un aikidoka decente, tapicero principante, hablo unos cuantos idiomas pero no muchos, aprobé el carnet a la primera pero paso de conducir y me gusta escribir pero ya ves.

Libretas enteras. De matemáticas, de ciencias naturales. Repletas de dibujos, letras de canciones, mapas, historias, cómics.  "Su hijo tiene déficit de atención" No... lo que pasa es que mi cabeza es como la puerta del baño donde los Antiguos, Gary Gygax, Borges, Motley Crue, Hulk Hogan, mi abuelo y la hora chanante plasman sus gilipolleces en full HD mientras tu me explicas como funciona la destructora de papeles. Y no para. A veces no puedo contra mi mundo interior y este me absorbe totalmente. Buf.


Y me rodea gente que habla constantemente de su hijo, de su espalda, de su coche, de su barbacoa, de su equipo... de su piso. Me hablan de Podemos, y del dentista. Y yo sólo puedo pensar en cómo mola Mike Mignola. En el Witcher 3, y en a ver si alguno de vosotros escribe algo en su blog de una puta vez.

¡Quijotes modernos ayudadme, vosotros sois así también y me entendéis!

Espadas contra la crisis. Y algún cubata también. Por eso me jode no escribir aquí, como decía. Me sirve de vía de escape a todas las mongoladas que me pasan por la cabeza. Y me hace sentir mucho mejor que el munchkin de la mierda. La tercera máxima friki de Carlos de la Cruz es que si él tiene tiempo, yo lo tengo también y soy un vago. He sido un vago, sí señor, pero ya está. Ni esta entrada es lo que querría publicar, pero es lo que me sale ahora, os jodéis.

Este finde jugamos a la Marca del Este. Voy a llevar un bardo, con un estrafalario bigote, de carácter golismero y andares trapisondos, que se llama Clopín. Y después me curro esa entrada de los Wu Tang Clan como patrón del DCC.